Día del camionero: Carina, la primera mujer de Avellaneda que se dedica a la actividad

Carina tiene 41 años, vive en Avellaneda, y es una de las pocas mujeres que decidió subirse a un camión para trabajar, y es la primera en su ciudad. Su historia refleja la satisfacción de un sueño cumplido.

En una de las actividades identificadas por los hombres, Carina Ojeda se animó a seguir los pasos de su padre, cumpliendo su sueño, y hoy maneja un camión Ford 1722, repartiendo pollos de la Unión Agrícola.

La mujer contó que lo hace poco tiempo, «empecé en febrero de este año, mi vida cambió un montón, pero estoy contenta».

Carina relató que fue uno de sus hermanos quien la alentó, sumado a que en la empresa uno de los jefes confío en ella y la llevó a la planta. «En realidad, yo hago distancias cortas. Ahora, por ejemplo, estoy volviendo de Corrientes», dijo.

«Siempre me gustó porque vengo de una familia que se dedicó a esto y, por ser mujer, no tuve las posibilidades que tuvieron mis hermanos de seguir el camino de mí papá».

Al respecto, Carina expresó que es difícil, pero si se lo hace con gusto, no pesa. «Además, tengo una familia que me acompaña. Mis hijos son adolescentes y están en casa esperándome. No es fácil, hay que tener un poquito de valor; tengo mucha gente a mi disposición por si algo me pasa».

Ella narra su historia manifestando que «es un sueño cumplido, tengo que agradecer a la gente que me ayudó y confío en mí, la Cooperativa, sobre todo, que me dio la posibilidad».

Su vida es la de cualquier mujer, sólo que hace unos años, empezó a analizar la idea de subir al camión, ya que sus hijos fueron creciendo y viendo que otras mujeres se animaron, también, a estar en la ruta, con la misma actividad.

«Hoy tenemos otra clase de camiones. Yo puedo andar y si se me rompe una cubierta, me da la posibilidad de llegar hasta una estación de servicios. Hay otro tipo de posibilidades que antes no había».

Por último, Carina afirmó que «no era un sueño reprimido, sólo que no se daban las condiciones. Pero acá estoy y lo disfruto».