Entrevista al ministro Roald Bascolo
Incertidumbre y amesetamiento, un panorama del empleo en Santa Fe

Tras tocar en julio de 2024 el piso de más de 100 empresas con más de 10 mil trabajadores suspendidos, el año terminó con un 70 por ciento menos de suspensiones y se mantiene estable en lo que va de 2025.
El ministro asegura que sostener la obra pública provincial permitió amortiguar las pérdidas de empleo en el sector de la construcción que fue el más afectado por el ajuste nacional. Preocupación por el impacto de la apertura de las importaciones en el sector productivo santafesino.
El empleo registrado privado en la provincia de Santa Fe se mantuvo estable en los primeros meses de este año pero no ha podido recuperar lo que se perdió en el primer semestre del año pasado; el impacto mayor se dio en el sector de la construcción, pero hay otros como el de la metalurgia y el automotriz que se vieron muy afectados por la situación económica; el deterioro del poder adquisitivo del salario es hoy la principal causa de la caída de las ventas y sus consecuencias sobre el empleo y destacó la puesta en marcha de las tres plantas de Vicentin en la provincia, lo que genera certidumbre hasta fin de año, y avances en una negociación similar por Sancor.
"Empezamos la gestión con un durísimo ajuste del gobierno nacional que impactaron en el consumo y en el empleo. Pero la mayor parte del golpe lo sufrió el sector de la construcción por el freno de la obra pública. De todas maneras, la provincia fue una de las que mejor lo amortiguó porque, así como hubo otras que perdieron el 40, el 50 y hasta el 60% de los puestos de trabajo formales de la construcción, Santa Fe solamente perdió el 10%. No pudo evitar perder empleo, pero entre el sostenimiento de la obra privada, que en Santa Fe es más del 50% del total, y el de la obra pública provincial, hicieron que sea la tercera provincia que menos empleo perdió en la construcción después de Neuquén que tuvo un leve crecimiento y Salta, que están recibiendo inversiones vinculadas a la energía y la minería", resume el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald Báscolo, al tiempo que destacó la decisión del gobierno provincial de triplicar este año la inversión en obra pública llevándola de U$S 500 a U$S 1.500 millones, para lo que se pidió la autorización para tomar un crédito.
-La recuperación heterogénea y desigual de la actividad económica en el segundo semestre del año pasado ¿Se vio reflejado en una mejora del empleo?
-Lentamente se empezó a recuperar parte del empleo que se había perdido, pero no todo, en el rubro de la construcción, que tocó el piso entre mayo y junio. El sube y baja de la actividad económica no se traslada de manera inmediata al empleo, ni a favor ni en contra. Por ejemplo, el segundo sector más perjudicado en el año 2024 fue el de la industria, pero esta caída no se vio reflejada en el empleo porque en general son trabajadores capacitados, que requirieron una inversión importante y se hicieron enormes esfuerzos para mantenerlos. La provincia cuenta con el artículo 223 Bis, que es un acuerdo de suspensiones totales o parciales que se hace entre las partes, homologado en el Ministerio, que permite que no se genere un despido de manera inmediata ante una caída en la actividad económica. Pero obviamente que, de no cambiar esa tendencia en el corto o mediano plazo, esas suspensiones inevitablemente van a terminar en despidos. Es un amortiguador para una caída transitoria de la economía, pero no para una permanente.
- ¿Cuántas empresas están acogidas a este régimen y cuantos trabajadores hay suspendidos?
-Disminuyó mucho. El pico fue a mitad del año pasado, donde se habían superado los 10.000 trabajadores de más de 100 empresas y se cerró el año con aproximadamente 3.000 suspensiones en 60 empresas. Pero lo que todos estábamos esperando era que en 2025 se termine de completar la recuperación del segundo semestre de 2024 y vemos que está costando. El sector de la maquinaria agrícola, por ejemplo, en el 2024 trabajó mejor que en el 2023 que fue muy malo por la sequía, y el 2025 va a terminar mejor que el 2024, pero hay preocupación por el impacto que puede llegar a tener la apertura de las importaciones, que todavía no se está viendo ni en la actividad ni en el empleo. En realidad, la preocupación no es solo por la importación de maquinaria agrícola usada sino por la importación en general. Ellos dicen que hasta fin del 2005 ya tienen asegurado la producción, pero la preocupación nace cuando piensan en 2026, en cuál va a ser el impacto en el nivel de actividad y en el de empleo el ingreso de todo tipo de maquinaria agrícola, nueva o usada, y también de implementos agrícolas.
-Otros sectores donde abrieron las importaciones fueron textiles y calzados. ¿Tuvo algún impacto la provincia?
- Ellos dicen que el impacto no se da de manera inmediata, que generar una importación lleva un tiempo, que en el calzado lo van a ver en la próxima temporada y en el textil en la temporada de verano. Si están siendo impactados por la caída del mercado interno y el poder adquisitivo, el consumo no se termina de recuperar. Hay un crecimiento muy grande respecto al año pasado en la venta de vehículos, partiendo de una base de comparación baja, y también picos de escrituración en la ciudad de Buenos Aires, pero al consumo medida desde la venta de supermercado o de bienes no durables le está costando recuperarse y ahí incluimos los textiles.
- Hubo sectores que estuvieron y siguen estando muy complicados como el de la producción automotriz y el siderúrgico, sobre todo General Motors y Acindar. ¿Cómo están hoy?
-En el tema automotriz el consumo se está recuperando fuerte de la mano del crédito, pero eso no repercute en la producción nacional porque cada vez un mayor porcentaje de lo que se vende son importados. En este contexto, para General Motors es más importante lo que se vende en Brasil que en Argentina. La noticia fue que de ahora hasta fin de año van a trabajar tres semanas en el mes porque la parada de junio estaba programada porque van a actualizar la planta para producir el nuevo modelo de Trucker, que es el único que se hace en Alvear. Respecto de Acindar, siete el impacto de la caída de la obra pública en todo el país. Acindar pasó de promedios anuales de producción de 1,2 millones de toneladas a 700 mil en 2024, peor que el año de la pandemia. Todos esperábamos que en 2025 haya un crecimiento sobre el piso del año pasado y ese crecimiento no se está dando y si no cambia van a quedar por debajo de las 600 mil toneladas de producción. Eso genera que van a seguir con el plan de suspensiones, retiros voluntarios para reestructurar la empresa a los nuevos niveles de producción. Acás es muy poco el impacto de lo importado, todo es producto de la caída del mercado interno.
- ¿Cuál es la situación de Verónica?
- La empresa venía con una situación financiera complicada pero no está sobreendeudada, que llegó a una situación límite para la capacidad de producción que tiene en las plantas de Totoras, Suardi y Lehmann, donde llegó a tener picos de producción diarios de un millón de litros de leche, se había estabilizado en unos 600.000, y en las últimas semanas estuvo trabajando solamente con 200.000 litros de leche diarios. Eso no solamente le generó un prejuicio en la actividad mensual, sino que también empezó a arrastrar problemas para poder pagar los suelos en tiempo y forma, porque ya venía pagándole a los tamberos con un plazo mayor a la competencia, entonces hizo que muchos de los tambos que le venían entregando la leche empiecen a sentirse inseguros, con cierto nivel de incertidumbre respecto al efectivo cobro de la leche entregada. Para peor, en marzo empezaron a rechazarles cheques. Y empezó a tener problemas para pagar los sueldos lo que agrava aún más el problema porque tenía las plantas paralizadas. De acuerdo con la información que tengo, aún no terminaron de pagar abril. Después de rechazar una propuesta accedieron a una segunda propuesta de la empresa de pago escalonado y están trabajando media jornada. Ahora hay que ver como la empresa recupera los litros de leche que los productores entregan a otras empresas. Nos sorprendió que no haya tomado antes los recaudos para conseguir algún crédito, algún aporte, y no llegar a este momento donde es mucho más difícil, tenía instancias previas para evitar el conflicto.
-Cuando empiezan estos ciclos de caída de la economía, los gobiernos nacionales generan algunas herramientas para paliar esta situación como los REPRO, por poner un ejemplo.
-No hay nada. Nos dijeron que están vigentes, pero sin financiación, que es lo mismo que nada. La provincia tiene sus políticas activas para contrarrestar esto, no a través de subsidios, sino de motorizar la economía como el plan de obras públicas, los créditos NIDO para acceso a la vivienda, los créditos a tasa subsidiada como anunció el gobernador esta semana para maquinaria e implementos agrícolas.
- ¿Cómo evalúan este primer semestre y que esperan para el segundo?
- Esperábamos que este primer semestre sea de crecimiento, de recuperación, y lo que vemos es un amesetamiento en la actividad económica, no está teniendo la recuperación que todos esperaban tanto economistas, empresarios, como autoridades de los gobiernos provinciales y municipales que han visto caídas importantes en la recaudación en los meses de abril, mayo y están preocupados. Lo que puedo decir es que para el segundo semestre todos vamos a estar esperando ansiosos que esta recuperación llegue, pero no deja de haber cierto manto de incertidumbre tanto en el sector privado como en público.
Buenas noticias en Vicentin y Sancor
El ministro de Trabajo informó que, en el caso Vicentin, "la buena noticia es que las tres plantas están en marcha, pasamos de una situación límite en abril de tener las tres plantas paradas por una semana, después de la audiencia en el juzgado Civil y Comercial de Reconquista, donde asistieron gremios y los terceros interesados en trabajar a fasón en alguna de las plantas, surgió la propuesta de la Unión Agrícola de Avellaneda para trabajar con girasol en Ricardone y la de Bioenergías Agropecuarias para trabajar con biotanol en Avellaneda, aunque era sabido que con esas dos plantas era imposible pagar la totalidad de los sueldos del grupo Vicentin. Se necesitaba sí o sí poner en marcha la planta San Lorenzo, que es la que trabaja con soja porque las empresas que habían venido trabajando a fasón en esas instalaciones se habían retirado. Bueno, se logró no solamente que esas empresas vuelvan a trabajar, sino también que se sumen otras. Se firmaron la semana pasada 10 contratos con 9 empresas, 8 son contratos de soja para San Lorenzo y 2 son contratos de girasol para Ricardone. Con estos contratos esta garantizado a pleno el funcionamiento hasta fin de año, mientras esperamos que se resuelva la cuestión judicial".
Respecto de Sancor, informó que hubo acercamiento con la gente de Sancor para trabajar en el marco de un esquema similar, sentando a las partes en el juzgado donde se tramita la convocatoria con un tercero interesado en explotar las plantas de manera total, parcial a fasón o comprando alguna parte de los activos. "Falta un tiempo más pero hay interesados, estamos tratando de llegar a un esquema similar para ver si después de todo lo transcurrido podemos recuperar la empresa emblemática de Santa Fe y Córdoba", dijo el ministro.